Ésto que mi hijo de tres años me regaló hoy, debidamente envuelto en una hoja toda arrugada y llena de cinta scotch, puede parecer al ojo no entrenado un ordinario tubo de rollo de papel higiénico, pero en realidad se trata de un modernísimo equipo de última tecnología: El "ecualoscopio" de precisión.
lunes, septiembre 29, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Se te agradece la visita al blog.
Quería aprovechar para contarte que precisamente una de las tantas funciones que tiene el "ecualoscopio" de precisión es sujetar el papel higiénico.
A mi ecualoscopio de precisión, mi hija le obstruyó uno de sus orificios y me lo transformó en lapicero. Ya no es lo mismo, se extraña, pero...
Que lo disfrutes.
Efectivamente, en uno de sus primeros estadios el "ecualoscopio" cumple esa función esencial. Por cierto, con la modificación que le realizó tu hija lo convirtió en un "concentrador de generadores gráficos".
Muy divertido tu blog. No pongo el link a la derecha porque soy muy vago, pero se lo recomiendo a todos.
Publicar un comentario