Dedicado a los que escupen al hablar

- Mi escepticismo me impide aceptar estos conceptos - dijo el conscripto - Sería como creer que un pterodáctilo, u otro reptil indescriptible, intercepte y capture a un helicóptero.
- Pues lo creen los adeptos del tríptico sinóptico copto, este texto apocalíptico - respondió el septuagenario preceptor - hallado en un receptáculo de una cripta del Egipto ptolemaico septentrional, transcripto por un perceptivo anabaptista incorruptible.
- Me es inaceptable... más bien parecen los preceptos de un inepto, un impromptu adaptado subrepticiamente por un cleptómano , o tal vez los exabruptos de un epiléptico en un rapto de locura. Yo le hubiera prescripto algo para los estreptococos y las eruptivas... y un anticonceptivo.
- Sin embargo, yo he optado por adoptarlo. No te fijes en lo voluptuoso del texto, en sus septisílabos, sus los diptóngos y triptongos, sino intentá ser receptivo y podrás captar algo casi imperceptible... como si estuviera descripto algo críptico, un interruptor que produce la ruptura de la razón... un optimismo circunscripto que repta a través de una gran elíptica. Como cuando el séptimo planeta atraviesa la eclíptica, produciendo una imprescriptible ilusión óptica que te deja cataléptico.
- ¿Neptuno?
- Urano
- Sos muy suceptible. Yo creo que él es un corrupto o un inadaptado. Más que a eucalipto a mí ésto me huele a pozo séptico. Debería ser proscripto, él, y todos sus adscriptos. Jamás me hubiera inscirpto en ese grupo. No sé cómo fue que terminé suscripto.
- Es que en septiembre sale la septuagésima edición... Pero ¿no te gusta nada del texto?- Nada, excepto que es apto para todo público... y un top ten.