(Se ve a José y María frente a una posada. María está sentada sobre un burro, y tiene apoyadas las manos sobre su panza, evidentemente está muy dolorida. A José se le nota la preocupación en el rostro mientras intenta convencer al dueño de la posada, un desagradable hombre gordo y de barba, para que les permita pasar la noche allí, pero éste lo mira altivo y le dice:)
"- No, en el establo tampoco les puedo hacer lugar. Ahí duermen mis renos."
jueves, diciembre 24, 2009
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2 comentarios:
Jajaja! :D
En esos tiempos no se había inventado el "espíritu navideño".
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