La asamblea...

La asamblea

(En escena hay un grupo de personas. Unas están golpeando bombos y redoblantes, algunas otras hacen ruido con silbatos y matracas, y el resto están aplaudiendo y gritando.)

¡Compañeros, compañeros, silencio!… ¡¡Silencio!! Que acá vuelven los compañeros de la comitiva…

¿Y, compañeros? ¿Traen la respuesta de la patronal?

Sí, cumpliendo con el mandato de la Asamblea les llevamos nuestro planteo, y ellos nos respondieron… (mira un papelito) “Alfil 4 Caballo… Jaque”.

¿¿Alfil 4 Cab…?? ¿¿¿¿JAQUE????

(Se agolpan todos sobre un tablero de ajedrez)

Sí, es Jaque… ¿Cómo no lo vimos?

Pero eso no puede ser. Eso es inaceptable. ¿Quiénes se creen que son? ¡¡No nos pueden hacer Jaque!! ¿Qué Jaque? ¿Eh? ¿Qué Jaque?

¡¡¡No!!! ¡¡¡Vamos compañeros!!! ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque?

¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque?

(Todos se ponen a cantar y aplaudir cada vez más enfervorizados… Algunos incluso comienzan a bailar poseídos por el ritmo de los tambores)

¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Jaque? ¿Qué Ja que? ¿Qué Ja que? ¿Qué Ja que? ¿Qué Ja? ¿Que qué ja? ¿Qué qué ja? ¿Qué queja? ¿Qué queja? ¿Qué queja? ¿Qué queja? ¿Eh? En fin...

Es de no creer. Jaque querían hacernos.

Los hijos de re mil…

Bueno, ¿y ahora qué hacemos?

Y, ahora nos toca mover a nosotros.

Movamos el Alfil.

¿Estás loco?

¿Por qué? Si ellos movieron el Alfil ¿por qué no lo vamos a mover nosotros?

Porque eso es lo que ellos esperan… ¿No te das cuenta? ¿No te acordás lo que pasó la otra vez, que movimos un Alfil? ¿Eh?

¿Perdimos?

¡Sí, perdimos! Así que los Alfiles no se mueven. Y punto.

Creo que eso tiene que decidirlo la Asamblea.

Tienen razón, disculpen, compañeros. La Asamblea es la que tiene que decidir. La Asamblea no se equivoca.

A ver… A ver… Compañeros. Movemos el Alfil. Por la afirmativa…

Momento…¿cuál Alfil?

El blanco. Porque el negro es de ellos.

No, ya sé. ¿Cuál de los blancos?

¿Y qué importa?

No sé, yo decía…

Cualquiera, el que más te guste, si son iguales… (aparte) ¡Hay que ser…!

Y yo pregunto, compañeros, ¿por qué no movemos el Alfil de ellos? ¿Eh? ¿Acaso no tenemos el derecho de jugar con las mismas piezas que ellos? ¿Por qué tenemos que siempre mover lo que ellos quieren? Es el momento de mostrar nuestra fuerza. Nosotros movemos la pieza que nosotros queremos.

No creo que se pueda…

¡Buuuu! ¡Traidor! ¡Derrotista! ¡Carnero!

¿Y a dónde lo moveríamos?

Eh… Este… ¡Ya sé! ¡Al mismo lugar en el que está! Así les mostramos, compañeros, que son ellos los que hacen lo que nosotros queremos.

¡Sí!

¡Eso!

Bien. A ver. Movemos el Alfil negro al lugar en el que ya está… Por la afirmativa.

(Todos levantan la mano)

Bien. Aprobado.

(Todos aplauden)

¿Y qué más?

Miren, estuve pensando. La mejor forma de salir del Jaque y pasar a la ofensiva es mover el Caballo para amenazar a la Torre. De esa forma forzamos a su Reina a tener que moverse para comer nuestro Caballo, y así…

Pará, pará, pará, pará… ¿Nos van a comer el Caballo?

Sí, lo sacrificamos, pero así queda el flanco…

¿¿¿Lo sacrificamos??? ¿Estás loco, vos? ¡Acá no vamos a sacrificar nada!

Esperá, entendeme que con esta movida hacemos Jaque Mate en dos jugadas… Fijate que...

¿Qué dos jugadas ni ocho cuartos? Acá no vamos a sacrificar ningún Caballo. Todas las piezas tienen su lugar en el Nuevo Tablero de los Trabajadores. Jamás permitiremos que…

¿Pero si ya nos comieron casi todas las piezas por las movidas irracionales que hicimos?

Ah, eso es otra cosa. Nosotros no las sacrificamos. Fueron ellos los que las comieron. Y encima ahora tienen la desvergüenza de decirnos “Jaque”…

Los hijos de re mil…

Yo ya estoy harto de los abusos, y las dilataciones.

Dilaciones

Se puede decir de las dos maneras.

Lo que digo es que están queriendo ganar tiempo... y nos toman por estúpidos. Tenemos que tomar el toro por las astas. Propongo que movamos todas las piezas y se acabó.

¿Las cuatro que nos quedan?

Sí, todas. Vamos a moverlas a todas para adelante. Que les quede claro que no vamos a retroceder. Que no hay Jaque que nos asuste. Que no les tenemos miedo. Que no les tememos ni medio.

¡Que no les tenemos miedo! ¡Que no les tememos ni medio! ¡Que no les tenemos miedo!

(Empiezan a aplaudir, gritar y bailotear. Un gordo se saca la camisa, se sube a una silla, y empieza a revolear la camisa por el aire)

¡Que no les tememos ni medio! ¡Que no les tenemos miedo! ¡Que no les tememos ni medio! ¡Que no les tenemos miedo! ¡Que no les tenemos ni medio miedo! ¡Que no les tenemos tememos medio miedo! ¡Que medio medio les tenemos miedo! ¡Que medio tememos tenerles miedo! ¡Que miedo tenemos, medio tememos! ¡Qué miedo tenemos que tememos! ¡Que…!

¡Basta! ¡Basta!

Pará, mejor. Para mostrar que no les tenemos miedo yo propongo que retiremos todas las piezas del tablero. ¡Que jueguen solos, si pueden!

¡Eso!

Pero, pero… No podemos sacar todas las piezas. ¡Si sacamos al Rey perdemos!

¡Buuuu! ¡Traidor! ¡Derrotista! ¡Carnero!

No, paren, tiene razón. Y por eso al Rey no lo sacamos. Pero vamos a mostrarles que con una pieza sola les hacemos frente a las dieciséis de ellos. Les va a quedar más que claro que uno solo de nosotros tiene más pelotas que todos ellos juntos.

¡Sí! ¡Vamos! ¡Aguante el Rey! ¡Olé, olé, olé, olé… el Rey, el Rey!

Sí, vamos a dejarles solamente al Rey. Y para que sea más lo más desafiante posible lo vamos a poner justo delante de la Reina de ellos. ¡Tomá!

¡Ja, se van a morir de miedo!

¡Sí, dale!

¡Está bueno!

Los hijos de re mil…

A ver… Sacamos todas las piezas, menos el Rey… y ponemos al Rey “desafiante” ante la Reina de ellos. Por la afirmativa.

(Se levantan todas las manos)

Aprobado.

¡¡¡Bien!!! ¡¡¡Vamos cara...!!! ¡¡¡El pueblo, unido, jamás será vencido!!! ¡¡¡El pueblo, unido, jamás será vencido!!! ¡¡¡El pueblo, unido, jamás será vencido!!! ¡¡¡El pueblo, unido, jamás será vencido!!! ¡¡¡El pueblo, unido, jamás será vencido!!! ¡¡¡El pueblo, unido, jamás será vencido!!!

¡Qué stratega somo’, compañero’!

FIN