martes, enero 20, 2009

Tangos Sosos - Escena 2

(Luces. Juan Carlos a la derecha, y Roberto a la izquierda. En la pared del fondo aparece una línea vertical)

Juan Carlos: Pensándolo bien,  tan mal no nos ha ido acá. No es como Nueva York… ¿Te acordás de Nueva York?

Roberto: ¿Nueva York? No... yo sólo me acuerdo de la vieja… ¿y vos Juan Carlos…?

Juan Carlos: No... yo de la vieja ni me acuerdo... ¿Pero no te acordás de Nueva York, de Broadway? donde hicimos esa adaptación de "El conventillo de la Paloma"

Roberto: Ah, sí, ya me acordé… Se llamaba "Pigeon's little convent - The musical"...

Juan Carlos: Vos eras el director, y yo era el protagonista...

Roberto: Sí... vos eras el protagonista y yo era el director… y el productor… y el coreógrafo, y el escenógrafo…

Juan Carlos: Bueno…

Roberto: …maquillador, sonidista, telonero, vestuarista, iluminador… y hacía de la Paloma, y papeles secundarios varios, de extra, bailarín, taquillero, apuntador, acomodador… y la mayoría de las veces, hasta hacía de público.

Juan Carlos: No sé de que te quejás, si en las ganancias íbamos a medias.

Roberto: Si hubiera habido ganancias, claro.

Juan Carlos: Pero acá en París fue distinto… Acá enseguida empezamos a hacer unos mangos ¿Te acordás de ese tango que escribí con el que hicimos nuestras primeras chirolas en la Rué de la Huchette?

Roberto: ¡Cómo olvidarlo!

Ambos:     Una limosnita,
por amor de Dios  
Sólo una moneda,
tenga compasión.

Juan Carlos: Pero eso no fue más que un rebusque pasajero… El tango con el que realmente nos hicimos de fortuna y fama fue ese otro

Ambos:     Arriba las manos,
madame y monsieur.
Esto es un asalto,
sepa comprender.

Juan Carlos: Pero todo cambió cuando nos descubrió ese famoso productor, Monsieur Tamós …

Roberto: Me acuerdo como si fuera ayer, Juan Carlos.

Juan Carlos: Es que fue ayer, Roberto

Roberto: Con razón.

Juan Carlos: Monsieur Jacques Tamós, el famoso productor que llevó a tantas estrellas al Moulin Rouge. ¡Qué hombre excepcional! Cuando nos descubrió empezó realmente nuestra carrera.

Roberto: Sí, cuando nos descubrió… metiéndole la mano en su bolsillo. ¡Y nos corrió por todo París!

Juan Carlos: Hablando de carreras… ¿Te acordás de esas tardes de burros en Palermo?

Roberto: Sí, Palermo… el hipópot… el hipóderm… hipótec… hipócamp… hipócrit…

Juan Carlos: ¡El hipódromo!

Roberto: ¡Eso mismo!

Juan Carlos: Yo nunca voy a olvidar a ese pingo tan prometedor… hijo de la yegua "Gran personalidad", triple coronada, y del famoso semental "Contendedor"...

Roberto: ¿El hijo de "Gran Personalidad" y "Contendedor"? ¿Y cómo se llamaba?

Juan Carlos: "Gran Per…dedor”. Sin embargo, qué bello ejemplar… ¡qué lomo, qué pescuezo, qué patas…! Y siempre corría con el mismo número… "tres".

Roberto: ¿Era una cábala?

Juan Carlos: No, corría siempre con el mismo número… pero de patas. Es que sólo tenía tres… Yo, por eso, al principio yo le desconfiaba un poco… pero, me habían batido una fija. En las últimas carreras siempre había salido primero. Y, con ese dato, yo me jugué entero... que le voy a hacer...

Roberto: ¿Y, era cierto que siempre salía primero?

Juan Carlos: Sí, Roberto, siempre salía primero… pero llegaba último, eso no me lo habían dicho. Lo que pasa esa que los otros caballos le tenían mucha consideración, y antes de empezar a correr, contaban hasta diez.

Roberto: Claro, le daban changüí…

Juan Carlos: Era un caballo muy prometedor, pero poco cumplidor. Y sin embargo, en esa tarde de Abril… cómo se esforzó el bruto… corrió como nunca… rápido. Casi no se notaba que tenía 52 años.

(luces)

Juan Carlos: (relatando con una latita) Octava carrera, 1400 metros, Premio Black and White, no corren el 60: ----- y el 0: Absolut.
Los tungos ya están las gateras... se alzan las cintas... yyyyy... largaron... parte el 3 en primer lugar, lo siguen el 5, el 7, y el 13, que siempre corren juntos porque son primos. Cargan desde atrás el 4 y el 9. El 7 se retira, cansado de que lo carguen. llegan a la marcación de los 1000 metros... por el centro de la pista se viene adelantando el 5 y más atrás el 13... el 4 y el 9 corren a la par, el 2, que la parecer está en celo. Ya encaran la recta final... siempre con el 3 en la delantera seguido por el 5 y el 13 pasan por la marcación de los 500 metros... ahora el 13 en segundo lugar atropellando al 5 quien rueda y queda en la banquina con las balizas encendidas... 200 metros para el disco, adelante el 3 y en la escolta el 13 que se le viene arrimando... el 4 ya se aparea a el 2… impúdicamente. 100 metros para el disco,... el 3 y el 13 no se pierden pisada... 50 metros finales, el 3 y el 13 corren ya hombro a hombro, confundiéndose en un 313, y ya no se pueden dividir... últimos 10 metros para el disco y siguen los pingos sin darse tregua... yyyyy... cruzaron el disco... que resultó ser un CD. Primero el 313, seguidos por el 9, el 4, el 2, el oooocho, ah, no. Cierra el 1, y apaga la luz... el 5 queda con una vuelta menos.

(luces)

Juan Carlos: ¡Que final!, ¡que final!… polvareda… bandera verde… Si hasta hubo que recurrir al fotofinish…

Roberto: Eh... ¿Para borrarle las arrugas?

Juan Carlos: No, Roberto, para saber quién ganó. Te puedo asegurar que el pingo dejó la vida en la cancha... pero llegó segundo… por una cabeza (comienza a sonar el tango, y Juan Carlos hace gestos de que no)… qué lástima… tan bello animal… si tan sólo hubiera tenido cabeza.

Roberto: Juan Carlos, para ganar vos tendrías que haberle apostado a mi caballo.

Juan Carlos: ¿Vos tenías un caballo?

Roberto: Se llamaba "Joya Nunca Flete". No sabés lo que era…

Juan Carlos: ¿Una rauda saeta ecuestre…?

Roberto: Eh, no… un caballo... En su debut lo llevé a San Isidro, y llegó primero, después lo llevé a Palermo, y llegó primero y entonces lo llevé a La Plata... y llegó cansado. Mucho viaje para un solo día. Pero yo estaba tan entusiasmado con el animal, que me lo llevé de gira a correr en las pistas más famosas del mundo. Primero fuimos a Maroñas, y ganó… Después fuimos a Kentucky, y también ganó… Después me lo llevé a Silverstone... pero murió en murió en una atropellada...

Juan Carlos: ¡Qué mala suerte!

Roberto: Si,... me lo atropelló un Mc Laren.

Juan Carlos: ¡Triste destino... los caballos argentinos!

(se apagan las luces)

1 comentario:

Jimena dijo...

Protesto!
Está bien que lo publiques acá. Pero escribí algo extra para que quienes ya lo leímos podamos empezar el día.